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sábado, 22 de noviembre de 2008

La sexualidad femenina, sus problemas y sus soluciones

Tal vez ya sepa que la terapia de reemplazo de hormonas ayudan mas que cualquier otra terapia a recuperar el placer durante el sexo. Pero además, las píldoras de estrógeno, o los parches, proveen a la mayoría de las mujeres de los niveles de hormonas necesarios para mantener sana la mucosa de la vulva, además de favorecer el suministro de sangre, la secreción de fluidos, y la tonificación muscular. Un estudio demostró que sin terapias hormonales, el 30 por ciento de las mujeres experimenta disconfort durante el sexo. Sin embargo. la terapia de sustitución de hormonas (HRT) tampoco es para todos. Consulte los pros y contras con su médico de cabecera.


Períodos irregulares o secreciones intermitentes.


Por qué sucede:
Los cambios en los niveles de estrógeno provocan fluctuación de los niveles hormonales, lo que causa una ovulación irregular, que se manifiesta en períodos y secreciones intermitentes.


Qué hacer:
Hasta que deje de tener períodos y, eventualmente, realice una terapia de reemplazo de hormonas, las píldoras anticonceptivas pueden ser el mejor remedio para los periodos irregulares y las secreciones intermitentes, según los especialistas.


Sin embargo, hay que tener en cuenta que hasta que no esté completamente instalada la menopausia existe el riesgo de embarazo, y una terapia de reemplazo de hormonas (que combina estrógenos y progestágenos como los anticonceptivos) en bajas dosis no previene el embarazo.


Cambios de humor


Por qué sucede:
Los bajos niveles de estrógenos pueden causar, en el inicio de la menopausia, cambios de humor. También la disminución en los niveles de testosterona pueden predisponer mal a las mujeres para el sexo.


Qué hacer:
Usted puede subir su animo simplemente a través de una dieta y un cambio en su modo de vida. Si usted toma café, sodas o gaseosas, no es mala idea reducirlas. La cafeína dilata los vasos sanguíneos, causa dolores de cabeza, tensión y estrés. Otra forma, es dormir lo suficiente cada noche. Unas ocho horas de sueño la ayudarán a sentirse bien durante el día. Treinta minutos de ejercicio tres veces a la semana también es una muy buena forma de animar su humor.


Las píldoras anticonceptivas en bajas dosis usualmente se recetan para disminuir este síntoma, así como para recuperar energía y concentración. Para algunas mujeres, la combinación de estrógenos con testosterona, puede ser una buena elección, ya que el primero ayuda a subir el ánimo, mientras que el segundo eleva la libido. Para otras, es muy buena una combinación de hormonas, ejercicios para reducir el estrés, y mayor actividad física.


De todos modos, cada mujer es única, y usted necesita ver a un médico para hablar de sus síntomas y posibles remedios.


Infecciones de la vejiga


Por qué suceden:
Luego de la menopausia, algunas mujeres son propensas a tener infecciones en la vejiga a causa de la disminución de estrógenos, cambios en el pH vaginal, y alteraciones de la mucosa vaginal.


Con la disminución de estrógenos, el pH de la vagina aumenta, y esto disminuye el crecimiento de uno de nuestros más importantes elementos en el organismo, el lactobacilus, que defiende al organismo de las bacterias patógenas, previniendo la flora anormal. Si ésta se multiplica en cantidades masivas, puede producir en la vagina picazones e irritación y aumentar las infecciones urinarias.


Qué hacer:
Hable con su médico sobre cual de los remedios más corrientes pueden ser buenos para usted. Podrían ser terapias hormonales, suplementos de lactobacilo por vía oral, orinar antes y después de las relaciones sexuales, y usar lubricantes vaginales antes del intercambio sexual. Tomando jugos de arándanos agrios y una gran cantidad de agua diaria podrá tener también una buena prevención.


Orgasmos menos intensos


Por qué sucede:
Esto puede deberse a la disminución de los niveles de hormonas y la reducción del deseo sexual. Estos dos factores también influyen para disminuir la circulación de sangre hacia la vagina, disminuyendo la estimulación y provocando por consiguiente un mal orgasmo.


La mala circulación de la sangre, causada por la ingesta de alcohol, el hábito de fumar, las fallas cardiacas, la diabetes u otras cuestiones relacionadas, también puede empeorar la respuesta sexual, pues la sangre debe entrar a través del área de la vagina, especialmente el clítoris, para una buena respuesta sexual. Si su circulación es baja, puede causar un orgasmo pobre, o directamente no causarlo (además de sequedad en la vagina u otros signos de circulación limitada).


Qué hacer:
El uso de cremas vaginales con estrógenos o líquidos lubricantes, pueden ayudarla a tener respuestas sexuales más intensas. Hable con su ginecólogo sobre las hormonas o el estilo de vida apropiado que debe llevar. Y tenga en cuenta que algunos estudios encontraron una relación entre la actividad física regular y una buena respuesta sexual.


Otra alternativa pueden ser las cremas o parches de testosterona, que mejoran la intensidad del placer sexual en las mujeres, y los tratamientos de reemplazo de hormonal.

GLOSARIO DE EDUCACION SEXUAL

Glosario

Adolescencia: período del desarrollo humano entre la pubertad y el estado adulto, en el que un individuo ya no es un niño pero tampoco un adulto. 
Asintomático: Sin síntomas. Se llama portador asintomático a una persona infectada por un organismo, pero que no tiene manifestaciones de la infección; sin embargo, en el caso del VIH, un portador asintomático puede transmitir el virus. El periodo o fase asintomática, aunque variable, puede durar más de diez años.
Autoestimulación: masturbación, onanismo. Estimulación sexual del propio cuerpo.
Anticonceptivos. Métodos utilizados por uno o ambos miembros de la pareja con el fin de evitar la concepción (unión del óvulo con el espermatozoide) durante el acto sexual.
Bisexual. Individuo que participa en actos sexuales con personas del mismo sexo y con personas del sexo opuesto.
Características sexuales secundarias: características físicas, aparte de los órganos reproductores principales, que se desarrollan durante la pubertad y diferencian a los hombres de las mujeres.
Cesárea. Nacimiento de un niño por medio de una incisión en el abdomen y las paredes del útero.
Cervix: Cuello. Parte más baja del útero, que sobresale en la vagina y que contiene un estrecho canal que conecta las partes bajas y altas del aparato reproductor femenino.
Ciclo menstrual. Salida de sangre desde el útero a través de la vagina que puede iniciarse en algunas mujeres a partir de los 11 años de edad y que se presenta cada 28 días.
Clímax: período armónico que va subiendo de grado en grado. En este contexto, se asocia a la culminación del placer sexual orgasmo. 
Clítoris. Pequeño órgano femenino situado por arriba del meato urinario, en el ángulo superior de la vulva, que tiene la característica de ponerse erecto durante la excitación con el fin de sentir placer.
Concepción. Se da cuando un óvulo es penetrado por un espermatozoide, dando como resultado el desarrollo de un embrión.
Conducto deferente: cualquiera de los dos conductos que transportan los espermatozoides desde los testículos.
Derechos de los niños: Texto  aprobado el 20 de noviembre de 1959 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Con esta declaración, se instan a los padres, a los hombres ya las mujeres individualmente y a las organizaciones, autoridades  y gobiernos, para que los reconozcan y luchen por su observancia. Entre ellos destacan el derecho a la igualdad, sin distinción de raza, religión o nacionalidad; a la alimentación; a la educación; a ser protegido contra el abandono y la explotación; etc.
Educación sexual. Proceso social mediante el que el niño o el adolescente adquieren los elementos para formarse un esquema mental de la sexualidad. Esta educación puede ser informal o formal, siendo la primera la que adquiere con sus parientes, compañeros de escuela o de juegos o por otras personas que no son sus maestros. La educación formal es la que recibe de sus maestros o de especialistas, dicha educación la reciben los jóvenes casi siempre en forma tardía e ineficaz. En la lucha contra el SIDA es indispensable contar con una educación sexual adecuada.
Embrión. Organismo en desarrollo desde el momento de la concepción hasta que se han desarrollado todos sus órganos, hacia la novena semana de gestación.
Endometrio. Capa interna del útero. Se considera "el nido que prepara la mujer cada mes por si se desarrolla un bebé", ya que esta capa sirve como "nutriente" al feto cuando está en desarrollo.
Enfermedades sexualmente transmisibles. Se llaman así a las enfermedades que se presentan después de un contacto sexual y que principalmente afectan los órganos genitales tanto en el hombre como en la mujer.
Espermatozoide: célula reproductiva masculina. Su propósito es fertilizar el óvulo de una mujer iniciando así el embarazo. Se producen millones de espermatozoides en los testículos y se mezclan con líquido seminal para la eyaculación.
Excitación. Segunda fase de la respuesta sexual humana durante la cual se concentra una gran cantidad de sangre en los genitales y, por esto, en el hombre se presenta la erección del pene y, en la mujer, la lubricación vaginal.
Eyaculación:  Reacción asociada al orgasmo, que en los hombres consiste en la salida por la uretra de semen
Fecundación. Es el resultado de la concepción.
Feto. Se llama así al producto de la concepción desde el tercer mes hasta el momento del nacimiento.
Glande: cabeza del pene redondeada y de forma cónica. 
Glándula de Cowper. Glándula masculina situada al lado de la uretra y que produce un líquido transparente que permite cambiar la acidez de la uretra preparándola para la eyaculación.
Heterosexualidad. Atracción, preferencia o actividad sexual con personas dci sexo opuesto.
Himen. Membrana delgada que cubre parcialmente el orificio externo
Homosexualidad. Atracción, preferencia o actividad sexual con el mismo sexo
Incesto: relaciones sexuales (heterosexuales u homosexuales) entre parientes muy cercanos, por ejemplo entre padre e hija, o hermano y hermana. 
Labios mayores. Par externo de labios localizados en la vulva.
Labios menores. Par de labios vulvares que se encuentran cercanos al orificio  de la vagina.
Lesbianismo. Práctica homosexual en las mujeres 
Masturbación. Autoestimulación de los órganos genitales con el fin de sentir placer.
Menarca. Primer sangrado menstrual.
Menstruación. Salida de sangre por la vagina, proveniente de la capa interna dci útero (endometrio)
Orgasmo. Tercera fase de la respuesta sexual humana; es la etapa final, la mli placentera de la respuesta sexual y va acompañada de contracciones genitales ~ voluntarias.
Ovario. Glándula sexual femenina encargada de la producción de hormonas estrógeno y progesterona) así como de la formación de óvulos.
Ovulación: liberación mensual de un óvulo por uno de los ovarios. El óvulo entra en las trompas de Falopio donde espera la fertilización por parte de un espermatozoide.
Óvulo. Célula reproductora femenina.
Óvulo anticonceptivo. Se le denomina así por su forma de huevo; es uno de los métodos anticonceptivos utilizados por la mujer; se aplica dentro de la vagina de 15 a 20 minutos antes de la penetración del pene.
Paidofilia: comportamiento parafílico; actividad sexual entre adultos y niños. 
Pene. Órgano sexual masculino que tiene como funciones, la cópula (acto sexual) y ser vía de eliminación de la orina.
Placenta. Órgano intermediario, durante la gestación, entre la madre y el feto que tiene como funciones la nutrición del embrión y del feto, así como el mantenimiento del endometrio.
Preservativo o condón. Método anticonceptivo utilizado por el varón; consiste un capuchón de hule (caucho) que se pone sobre el pene erecto antes del acto sexual.
Próstata. Glándula masculina  

VIAGRA FEMENINA

VIAGRA FEMENINA



Llega el “viagra femenino”




El parche de testosterona se coloca sobre la piel y es para mujeres con bajo deseo sexual, ausencia de libido o menopausia quirúrgica



En realidad es un parche de testosterona que se coloca sobre la piel. Se le ha llamado “viagra femenina” porque está indicado en mujeres con bajo deseo sexual, ausencia de libido o menopausia quirúrgica por extirpación de ovarios o útero.


Su uso ha sido aprobado por los 25 Estados de la Unión Europea y se comercializa ya en Francia, Alemania y Reino Unido.


Su aprobación ha llegado al mercado tras un largo e intenso debate social y médico, pues se considera una nueva revolución en la vida sexual de las mujeres.


Con el parche de testosterona se demuestra la necesidad de ponerle más atención al sexo femenino, cuando siempre ha existido la supremacía de la sexualidad masculina y ha tenido importantes avances.


La falta de deseo o disfunciones sexuales provocan baja autoestima, angustia, ansiedad y pérdida de calidad en las relaciones de pareja.


Este parche es una excelente noticia y un cambio importante para la vida sexual de muchas mujeres en todo el mundo, para mejorar su salud sexual, su ánimo, sus relaciones de pareja y su satisfacción personal.



Efectos a corto plazo



La testosterona es una hormona sexual que se produce en los ovarios y glándulas suprarrenales, desempeñando un papel clave en la excitación sexual y el orgasmo.


El parche de testosterona es pequeño y transparente, se coloca de modo sencillo en el abdomen dos veces por semana y libera una dosis baja de testosterona, derivada de las plantas e idéntica a la que se encuentra en el organismo femenino, repercutiendo directamente en mejorar estas disfunciones sexuales.


Se comercializará bajo el nombre de Intrinca y aunque es diferente al Viagra, sus comparaciones son inevitables.


Mientras la famosa pastilla azul masculina produce en el hombre una respuesta más inmediata y se toma unas horas antes de una cita, el parche transdérmico en la mujer necesita mucho más tiempo de actuación.


Para su total resultado requiere unos seis meses, aunque sus primeros efectos comienzan a notarse a las cuatro semanas de administración.


Además se recomienda bajo una estricta norma médica y clínica, por eso quienes habrán de recetarlo serán los ginecólogos, endocrinólogos y expertos en trastornos sexuales femeninos.



Muy buena respuesta



El bajo deseo sexual o la ausencia de libido es el trastorno más común en las mujeres, por la alteración de los niveles de estrógenos y testosterona.


Las causas se agravan con la llegada de la menopausia o la extirpación de los ovarios o el útero, o por los tratamientos para prevenir quistes, miomas o tumores.


Otros trastornos sexuales son la falta de orgasmo, de lubricación o el dolor durante el coito. Pero también se dan por motivos psicológicos como los conflictos en la relación de pareja, estrés, angustia o depresión.


Los ensayos clínicos hasta la fecha revelan una buena tolerancia y una respuesta muy satisfactoria.


POR: LICDA. NORMA PEREZ ACOSTA

TODO SOBRE SEXUALIDAD FEMENINA

Progresos en el conocimiento de la Respuesta sexual Femenina.


1-En el Deseo.

Sin duda el factor hormonal juega un papel preponderante en la Función Sexual Femenina (FSF). Los niveles de Estradiol tienen relación con la vagina al través del sistema nervioso central y periférico y en la transmisión nerviosa. En modelos animales la administración de estradiol resulta en la expansión de zonas receptoras a lo largo de la distribución de los nervios pudendos, lo que permite deducir que los estrógenos afectan los umbrales de sensibilidad (14). En las mujeres menopáusicas los estrógenos de remplazo restauran en el clítoris y vagina la sensibilidad vibratoria (la más exquisita de todas y la que primero se pierde en las neuropatías periféricas) y los umbrales de sensibilidad a la presión en relación con los que existen en la premenopausia (15). La sensibilidad de clítoris e introito vaginal y vulva se pueden medir por Bíotesiometría (medición de la sensibilidad a la vibración) o con medidores de potenciales eléctricos. Con este tipo de mediciones, lo normal es de 3.8 mlA en clítoris, 4.5 mlA en labios y 6.5 en introito vaginal (24). También tienen los estrógenos una función en pro de la vasodilatación como resultado de la protección de la circulación clitoridiana, uretral y vaginal (16), lo que concede un efecto preventivo de arteriosclerosis de los territorios pélvicos. La Sintasa del Oxido Nítrico (la enzima responsable de la producción del NO) está a su vez regulada por los estrógenos; la vejez y la castración femenina traen como consecuencia una disminución de los niveles de NO lo que resulta en una fibrosis de las paredes vaginales, de tal manera que el remplazo estrogénico permite el retorno de niveles normales de NO en la vagina evitando las muertes celulares en su mucosa (17). Con el envejecimiento y menopausia y el decaimiento de niveles estrogénicos, un número significativo de mujeres experimentan disminución del deseo sexual así como de la frecuencia coital, dispareunia y disminución de la respuesta sexual con dificultades orgásmicas y merma en la sensaciones genitales. Existe una correlación directa entre la presencia de todas estas dificultades sexuales y niveles de estradiol por debajo de 50 pg/ml (15). Así pues, los estrógenos de una manera indirecta influyen en el deseo sexual al contribuir en la retroalimentación positiva de la respuesta sexual en la fase de excitación.

El papel que juega la Testosterona (T) en el deseo sexual femenino hoy día resulta evidente y aceptado; fue popularizado por Kaplan desde 1979 (2), hecho que se ha comprobado posteriormente de manera feaciente en el campo clínico y experimental por diversos autores. Sin embargo, sea dable dar el crédito al doctor Robert Greenblatt, profesor de endocrinología de la Universidad de Georgia (USA) que fue en 1950 el primero en proponer el empleo de T en la mujer (18); poco después en 1959 el doctor Waxemberg del Instituto Sloan Kettering de N. York ofreció la evidencia de que la T es la hormona responsable del deseo sexual no solo en hombres sino también en mujeres (18). La psiquiatra y sexóloga Susan Rako afirma que “la sexualidad femenina sin testosterona es como una casa sin cimientos” (18) La fisiología sexual de la mujer incluye la producción de una cantidad crítica de T no solo para el desarrollo de todos los tejidos sino también para que pueda experimentar energía vital y líbido. El córtex de la gl. suprarrenal y ovarios producen andrógenos en la mujer, de los cuales el más potente es la T. En las púberes las suprarrenales comienzan a producir T antes que los jovencitos, lo que explicaría el cómo y por qué las mujeres maduran más temprano, en general, que los varones (18). Luego, en la adolescencia y de allí en adelante la producción de T continuará de tal manera que las mujeres generan 0.3 mgr. al día, mientras en los hombres es veinte veces más, unos 7 mgr./día. La T libre (la no ligada a la proteína -GLSH-) es la actuante, de manera que la mujer tiene tan solo un 1 a 3% de T libre, para efectos tisulares; con la edad la GLSH aumenta (también en el hombre) lo que explica que en la vejez quede menos cantidad de T libre actuante. Sin embargo, no solo se trata de cantidad sino que cuentan la sensibilidad de los receptores del cerebro con un papel prepoderante, de tal manera que la calidad de su impregnación es la que da el resultado final del deseo sexual en su componente químico.

Al fin de cuentas los receptores hormonales son una familia de proteínas dentro del núcleo, que se ligan específicamente a las hormonas y algunos tienen áreas de activación transcriptora de funciones. Aquí no solo pues, juega el papel cuantitativo sino la habilidad de recepción. Pues si no fuese así, podría entonces afirmarse que el hombre tendría, en todos los casos, veinte veces más deseo sexual que la mujer, lo que no resulta cierto. Los receptores cerebrales de la T están concentrados en áreas implicadas con la sexualidad y las emociones. La cantidad crítica de T desciende después de la menopausia lo que en muchas mujeres produce un descenso en la líbido (19). Muchas mujeres tratadas con estrógenos pueden mejorar otros aspectos de la respuesta sexual, pero no logran mejorar la líbido debido a que esta desciende debido a una baja de T, de manera que en ellas la estrogenoterapia resulta fallida y paradójicamente una barrera que hace menos aprovechable la poca T que estas mujeres tienen (18). Los bajos niveles de T se asociacian al bajo deseo así como también a la disminución de la sensibilidad genital, de la líbido y del orgasmo. Estudios que datan desde 1984 han demostrado el éxito en casos de bajo deseo sexual en mujeres tratadas con T en forma de pellets (20). Sin embargo la FDA aún no acepta los tratamientos con T para las mujeres.

La disfunción del eje hipotálamo/hipófisis, la menopausia o la falla prematura ovárica así como la anticoncepción oral prolongada, son las causas hormonales más frecuentes de DSF afectándose en especial el deseo y la líbido (13).
Por supuesto que en ausencia de etiología orgánica, el factor emocional cuenta de manera importante en el trastorno del deseo sexual en la mujer, más que en el hombre. Pues ella depende más de las situaciones psicosociales que le son más influyentes y explican la vulnerabilidad resultante. El aspecto educativo (educación sexual familiar restrictiva) las sociales (preceptos inhibitorios) y las de pareja (compañero inadecuado) juega un papel preponderante en el deseo sexual femenino, mucho más que en el masculino.

No es extraña entonces la afirmación de que las causas más frecuentes de Inhibición del deseo o Bajo deseo sexual (BDS) están en la discordia o inadecuación de la pareja, así como en el bajo factor receptivo de la T, y que la retroalimentación entre la química y la actitud es tan importante, “que los actos sexuales generan dopamina y esta a su vez genera más actos sexuales” (25). De todas maneras es de tener en cuenta que aquí no solo juega papel el aspecto hormonal ya que psicológicamente el deseo sexual es el resultado de las conductas, las creencias y las motivaciones.

Educación y sexo femenino

Por Teresa Borja
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Ph.D. Psicóloga, coordinadora de Psicología de la Universidad San Francisco

        Para entender la sexualidad de la mujer hay que comprender el significado de "mujer". Nuestra sociedad educa a la mujer para ser pasiva frente a las demandas del hombre, sacrificada, generosa, sensible y orientada a los demás. Todas estas enseñanzas ayudan a que la mujer, una vez adulta, se case y se ponga al servicio de su esposo, sus hijos, sus padres y aún sus suegros. Estas enseñanzas y expectativas sociales crean en la mujer un papel social que repercute directamente sobre su sexualidad. Aquella orientación determina que la mujer no busque su placer personal, se ponga al servicio del placer del hombre, no tome la iniciativa sexual, se "deje llevar" por la sensualidad del hombre sin respetar la suya propia, y se niegue a sí misma sus necesidades sexuales.
Esta manera de vivir su sexualidad hace que la mujer sea incapaz de responsabilizarse por su sexualidad. Ella se dice a sí misma que, cuando tiene relaciones sexuales fuera del matrimonio, es porque "cae" en las "garras" del hombre. Es decir, la mujer se ve a sí misma como "presa de cacería" en un mundo donde el hombre es el "depredador sexual". Por esto crece con miedo del hombre, vive para "cuidarse" y para no "dejarse convencer".
A la mujer se la "educa" con frases como "la virginidad es el mejor regalo que da al hombre" o se le repite que debe cuidar aquel "gran tesoro" para su esposo. Por esto, dentro de nuestra sociedad, la mujer que se ha entregado sexualmente a un hombre reduce inmediatamente su valor para otro hombre. Muchos hombres aprovechan esta situación para exigir a la mujer "la prueba de amor", es decir, que se entregue sexualmente. ¡Qué engaño, qué trampa le tiende este hombre a esta mujer "educada" tan vulnerablemente dentro de nuestra sociedad.
Cuántas mujeres vienen a mi consulta desesperadas por este "gran problema" de haber tenido relaciones sexuales con un hombre que "las engañó". Creen que su mundo se ha acabado, que ningún hombre podrá volverlas a amar, que no tienen derecho a escoger una pareja porque no se sienten dignas. ¡Qué triste manera de "educar" a la mujer! ¡La convertimos en "carnada" y, una vez consumada la cacería, la desechamos! Esto es el machismo reflejado en la sexualidad femenina.
El daño inmenso que ha generado nuestra sociedad sobre la sexualidad femenina también ha creado frentes de defensa, de lucha. Un cambio fuerte en la mujer de hoy ha logrado, lenta pero positivamente, modificar la imagen de la mujer que la sociedad quiere imponer. Cada vez hay más mujeres que se sienten responsables de su sexualidad, que no la ponen al servicio de los demás sino que saben equilibrar sus relaciones y demandan reciprocidad. Mujeres que se valoran por su personalidad, su inteligencia, su capacidad personal y no por "su gran tesoro: la virginidad". Mujeres que buscan un hombre que las ame y las respete antes, durante, y después de una relación sexual.
Este frente de cambio social ha impactado también en el hombre. Hoy en día, ya hay muchos hombres que buscan mujeres que se valoran a sí mismas por sus potencialidades emocionales, intelectuales, productivas, y sexuales. Esperemos que estas parejas construyan en sus hijas e hijos una nueva visión de la mujer y el hombre. La sexualidad femenina y masculina serán entonces valoradas y respetadas, y las personas podrán disfrutar de una sexualidad que integra tanto lo afectivo como lo físico.


fotografía de mujer
En amplios sectores sociales se manifiesta un cambio perceptible del papel de la mujer cuyo ámbito de acción se había limitado a los quehaceres domésticos