La mayoría de las mujeres tiene enormes dificultades para llegar al orgasmo, algunas afirman que jamás pudieron obtenerlo con un compañero sexual y aún aquellas que lo logran dicen que esto no sucede en todos los contactos sexuales.
Una mujer que no llega al orgasmo piensa que padece algún tipo de anomalía, que tiene una falla, para ocultarlo y que su pareja no sospeche de su “anormalidad,” finge tener orgasmos durante la penetración.
Si es necesario finge orgasmos múltiples y luego sonríe como si estuviera felíz y satisfecha del placer que recibió, lo cual levanta hasta las nubes el ego de su pareja quien cree haber sido quien provocó esas explosiones de placer.
Posiblemente muchos hombres quedarían atónitos si sus parejas les confesaran que jamás pudieron tener un orgasmo con ellos y que los impresionantes orgasmos, que creeron provocar, no fueron otra cosa que excelentes actuaciones.
La mujer puede fingir el orgasmo por varias razones, la primera de ellas es evitar que el hombre sepa de su anorgasmia, el segundo motivo es que el hombre no se sienta disminuído por no proporcionar placer a su pareja, luego tenemos las que quieren que el hombre quede “contento” y se conforman con complacerlo a él.
El no tener orgasmos o lograrlos ocasionalmente no es una anormalidad ni una falla, hay varias cosas que una mujer debe aprender para superar este problema.
Lo primero es conocer que zonas de su cuerpo le brindan más placer y tener la suficiente confianza con su pareja para que sepa que puntos tocar y con cuanta intensidad, sin una comunicación abierta y fluída no hay forma de que el hombre sepa lo que una mujer quiere.
Es importante saber que la mujer necesita un mayor tiempo para lograr la excitación y debe ser hablado sin pudores, si no hay excitación suficiente es muy difícil que se puedan producir orgasmos.
Una vez realizada la penetración debe haber cierta sincronización de movimientos entre ambos, de pronto el hombre es muy brusco, muy rápido o demasiado suave y lento en los momentos inadecuados, si cada uno va para su lado el resultado no será bueno.
Si este ritmo no se da en forma natural, también hay que hablarlo, la sexualidad en una pareja es asunto de dos personas y ambos deben disfrutar de la relación.
Por último, la mujer debe aprender a relajarse y dejarse llevar por lo que siente, el sexo es el momento de mayor intimidad de una pareja y debe ser vivido plenamente, las preocupaciones y los problemas se resuelven en otro ámbito, no hay que llevarlos a la cama.
martes, 31 de marzo de 2009
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