Dejan su vida a un lado para vivir por los demásMadres deben cuidarse y dedicarse tiempo para ellas• La madre es una figura importante, pero a veces se olvida que es un ser humano y se depositan en ella múltiples responsabilidades que le hacen perder de vista sus propias aspiraciones y sueños Si bien es cierto las madres adquieren esa difícil tarea con todo gusto, caen en el error de vivir por los hijos y por los demás miembros de la familia, olvidándose en la mayoría de los casos de ellas mismas, de sus sueños, aspiraciones y proyectos, es decir, dejan a un lado su propia vida. Por ello lo recomendable es que las mujeres ejerzan su rol de madres a plenitud, pero que, como personas, se cuiden ellas mismas y dediquen tiempo para sí pues, al igual que cualquier otro individuo, tienen necesidades que deben satisfacer, para lo cual no deben dejar de ser ellas. La especialista en este tema de la Asociación de Mujeres en Salud (AMES), Anna Arroba, quien también es historiadora y antropóloga, imparte charlas al respecto, pues considera que las madres actualmente sufren altos niveles de estrés, ya que, además de los muchos roles en los que se desenvuelven, no cuentan con el apoyo de sus familiares. FiguraArroba comentó que la madre es una figura mítica que en el imaginario colectivo, es quien da todo y por ello la más importante, por eso las personas esperan que ella llene todas las necesidades que tienen, por lo que se le depositan responsabilidades que muchas veces no le corresponden. La experta dijo que la maternidad es el cuido y la crianza que ejerce la mujer, lo que le genera mucha presión, y es que al parir la sociedad considera de forma automática que ella es quien debe cuidar no solo a los hijos, sino también a otros familiares, y si no lo hace, es una mala madre o mala persona. “Es una gran tarea sin pago, implica una sobrecarga para las mujeres, ya que hacen todos los trabajos de cuido en todo sentido de la palabra. Con la maternidad entregamos todo, pero nos olvidamos de sí mismas, eso conlleva incluso al padecimiento de enfermedades”, aseveró Arroba. Para evitar esta situación es que se hace necesario que la mujer dedique tiempo para sí misma, en este punto interviene el término maternazgo que es no solo cuidar a los demás, sino comenzar a cuidarse ellas mismas con el fin de que también puedan disfrutar de sus propias vidas. NecesidadesArroba dijo que las mujeres deben tomar la decisión de cuidarse, de dedicarse tiempo para ellas, de realizar las cosas que han deseado y que talvez han pospuesto por estar pendiente y viviendo por los demás, esto les permitirá sentirse de nuevo ellas y gozar lo que hacen. “Se aprende a ignorar nuestras propias necesidades, pero llega un momento en que el cuerpo pide a gritos que se le atienda, si nos vaciamos, el organismo solicita vida, volver a tener esa vitalidad perdida. El maternazgo es la capacidad de cuido que va más allá de los niños, es usarlo para nosotras mismas antes que aparezca alguna enfermedad”, indicó Arroba. La especialista dijo que es una decisión consciente, la cual debe ser anunciada a todos los miembros de la familia para que ellos respeten el tiempo que mamá dedicará para sus cosas personales y puedan ayudarle a tener ese espacio para ella misma, dándole apoyo en los diversos quehaceres. “Es necesario avisar a la familia que hay ciertas cosas que hay que cambiar, anunciar que es lo que uno quiere hacer para que los demás lo entiendan. Las mujeres debemos aprender a cuidarnos a nosotras mismas, para ello hay que, de ser necesario, negociar espacios para que mamá no sea la persona que hace todo en casa”, afirmó. Mejor relaciónEste autocuidado ayudará a que las mujeres se sientan mejor consigo mismas y por ende, que tengan mejores relaciones con los demás, y es que muchas veces la relación entre madre e hijos (hijas sobre todo) no es la ideal, porque no se comprende las necesidades que como persona tiene la madre. “En tiempos pasados la madre era una guía para los hijos, pero ha habido una desautorización de lo femenino porque sigue siendo vista como una cosa, como un objeto. En varios talleres descubrí que la relación entre la madre y sus hijas no era de cercanía, había mucho resentimiento y difícil”, agregó. Arroba dijo que en las charlas escuchaba como muchas mujeres mantenían un gran resentimiento con sus madres, y esto se debe en muchos casos, a que ellas no recibieron el amor que merecían de parte de sus mamás, por lo que al tener hijas no podían dar lo que no habían tenido, curiosamente esto sucede más con las hijas, no así con los varones. “Esas relaciones hay que subsanarlas, si no hay amor, hay rechazo. Las cosas que no resultan en la vida las llevamos dentro y lo no resuelto nos puede enfermar, también hay tristeza, debido a que todo ser humano añora ser querido por su madre, pero ella también añora ser amada por sus seres queridos”, recalcó. |
martes, 9 de septiembre de 2008
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